UC - Críticas
| País: USA.
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Interpretación: Mark Wahlberg (Cade), Nicola Peltz (Tessa), Jack Reynor (Shane), Stanley Tucci (Joshua), Kelsey Grammer (Harold), Sophia Myles (Darcy), Li Bingbing (Su), T.J. Miller (Lucas). |
LA APOLOGÍA DEL EXCESO BIZARRO SEGÚN MICHAEL BAY
Nueva entrega (y no será la última) sobre la franquicia de Hasbro de la que ya se ha apropiado completamente el siempre inabarcable Michael Bay, quien para el cuarto capítulo, y tras haber contado y recontado la misma historia, se decanta ya por el todo vale una vez pasada (pasadísima) la última frontera de la trilogía. Y debe ser algo endémico que, tras sobrepasar la triangulación, uno se abandone a los excesos y al bizarrismo con tal de contar algo nuevo. Véase sino ‘Indiana Jones y la calavera de cristal’ (Steven Spielberg, 2008).
SINOPSIS: Mientras el mundo se recupera de la última y devastadora batalla entre Autobots y Decepticons, una nueva amenaza más antigua y destructora se cierne sobre el planeta a la caza de los últimos Transformers que aún sobreviven en la clandestinidad. De nuevo ellos, con Optimus Prime a la cabeza, deberán salvar a los humanos, en los que ya no confían, recurriendo a un aliado más pretérito que el hombre.
Al ver ‘Transformers: la era de la extinción’, uno tiene la sensación, un tanto encantadora y un tanto bochornosa, de que los productores han preguntado a sus hijos pequeños qué les gustaría ver en una película. Como si no fuera suficiente con robots gigantes transformables y la apología por la destrucción masiva hacia la que, por otro lado, ya estamos vacunados. El resultado: robots más grandes, claro, y más devastación, obviamente. Pero también naves espaciales, coches tuneados, espadas gigantes, espadas que disparan rayos láser, lanzamiento de camiones, lanzamiento de dinosaurios, robots que se convierten en dinosaurios, extraterrestres, bombas atómicas… y suma y sigue hasta alcanzar el sumun del bizarrismo scifi más delirante.
Luego, si nos apetece hilar un poco más fino sí podremos encontrar cierto atisbo de interés camuflado en sus constantes chascarrillos. Por ejemplo, el papel que brinda Stanley Tucci en una suerte de Steve Jobs visionario empeñado en estilizar una tecnología potencialmente destructiva. También podríamos decir que el hecho de que el desenlace suceda en China no es casual y que responde a una ácida crítica sobre la competencia y las falsificaciones. Y ¡ah, por cierto! también sale Mark Wahlberg… pero casi ni te enteras.
